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Hornos vintage y retro

Si quieres contar con una cocina de estilo único, espectacular y que atraiga todas las miradas, comprar un horno vintage es la solución perfecta. Este electrodoméstico por si solo es capaz de transformar el aspecto de tu hogar a un precio barato. Con aspecto exterior inspirado en los años 50 y 60, cuentan con la última tecnología y funciones, así como los mejores elementos de seguridad. Mira en nuestro catálogo todos los hornos de estilo retro que tenemos esperándote:

Hornos vintage con cocina

Puedes completar tu cocina de estilo vintage con:

Características estéticas de los hornos vintage

El objetivo de los hornos vintage es que sean lo más parecidos posible a los antiguos, especialmente de la década de los 50 o 60. Aunque también existen los hornos rústicos y los hornos de estilo industrial. Entre todas las características de los hornos vintage, respecto a su diseño, podemos ver:

  • Los bonitos colores que se utilizaban años atrás (negro mate, crema, colores pastel, amarillo, rojo, plateado, acero inoxidable, azul, blanco, granate, naranja…).
  • Por otro lado los mandos y botones no son digitales, son como los de toda la vida. Esto es, se emplean ruedas para poder regular la temperatura y también para seleccionar las diferentes funciones.
  • Del mismo modo, el temporizador de un horno vintage debe ser analógico en lugar de los digitales que se emplean en los hornos de diseño moderno. Su aspecto será similar al de un reloj de manecillas y se ubicará en la parte superior.
  • Habitualmente, la barra de apertura de la puerta puede ser dorada, color plata o cromada; pero también del mismo color que el resto del electrodoméstico. Además, la apertura de la puerta será siempre con el tradicional sistema de volquete.
  • El cristal de la ventana del horno suele tener formas redondeadas, nunca completamente cuadrada. Esto hace que su aspecto sea como el de los verdaderos hornos retro.

 Características técnicas de los hornos vintage

Los hornos de aspecto vintage o retro cuentan exactamente con las mismas funciones y comodidades que los hornos más modernos. De este modo el hecho de cocinar será de lo más sencillo y agradable, pero disfrutando de una cocina de aspecto tradicional.

Los hornos retro pueden incorporar características y funciones muy útiles. Entre las características técnicas de los hornos retro podemos encontrar:

  • Sistema de seguridad de puerta fría gracias al doble cristal.
  • Programación de inicio y/o parada automático.
  • Ventilado para un cocinado homogéneo.
  • Sistema de auto-limpieza pirolítico o catalítico.
  • Son electrodomésticos de clase energética A o superior. Esto puede implicar un pequeño incremento en su precio, pero a medio y largo plazo, ahorrarás mucho dinero ya que son energéticamente mucho más eficientes y consumen menos energía.
  • Precalentamiento rápido.
  • Interrupción de las resistencias a la apertura de puerta.

Tipos de hornos vintage

Existe en el mercado una amplia gama de hornos retro, desde los hornos vintage baratos hasta los más sofisticados y profesionales. Todos ellos para encastar o empotrar en tu cocina. Aparte de su refinada estética y diseño inspirado en los años de los años 50 y años 60, existen varios tipos en función de la energía que emplean y de su funcionamiento.

Aunque por fuera parezcan antiguos, por dentro están equipados con la mejor tecnología electrónica, eléctrica y materiales. Han superado estrictos y exigentes controles de calidad y se pueden utilizar siempre con la máxima seguridad.

Fabricados con superficies esmaltadas, acero inoxidable y cristales templados, los modernos hornos vintage son ideales para la cocción ideal de todo tipo de alimentos y se pueden preparar cualquier receta.

Aparte de estar disponibles en bonitos colores (rojo, crema, amarillo, azul, acero, verde, etc…), son respetuosos con el medio ambiente y permiten ahorrar mucha energía. Todos ellos están dentro de la clasificación energética A o superior. Ideales para los profesionales de la cocina y para los menos expertos.

Hornos vintage eléctricos

Es el tipo de horno vintage más vendido. Siempre con un diseño muy cuidado inspirado en tiempos pasados, nostálgicos, pero equipados con la más avanzada tecnología y con los mejores materiales

Existe una extensa colección de modelos, puedes encontrar desde los estáticos hasta los pirolíticos, pasando por los ventilados o multifunción termo ventilados, pirolíticos o catalíticos. Tanto en términos estéticos como funcionales no te defraudarán.

Normalmente se puede comprar un horno vintage eléctrico en medidas de 60cm, 70cm y 90 cm. Además existen muchos modelos combinables con placas vitrocerámicas.

Horno vintage pirolítico

El diseño retro y nostálgico no está reñido con las comodidades de los electrodomésticos del siglo XXI. Los hornos vintage pirolíticos son una buena muestra de ello para que puedas disfrutar de la máxima comodidad a la hora de limpiarlos, aparte de su fantástica funcionalidad.

Con este sistema no es necesario emplear detergentes o desengrasantes para limpiar la cavidad interna del horno. Esto es así ya que cuenta con la opción de emplear un proceso térmico que puede llegar hasta los 500° C que literalmente “quema” la grasa y suciedad del interior.

Pero todo ello sin que la temperatura exterior del horno supere los 50° C gracias a que cuentan con varios paneles de cristal templado. Durante el proceso de pirólisis, la puerta se bloquea para que no pueda ser abierta accidentalmente. Como puedes comprobar, seguridad ante todo.

La función pirolisis suele durar entre 1 hora y media (Pirólisis ECO) hasta un máximo de 3 horas, todo dependiendo de cuán sucio esté el electrodoméstico en su interior.

Horno vintage con ventilador

Debes saber que el ventilador de un horno vintage hace que se cocine de manera uniforme los alimentos de su interior. Esto es posible gracias a que el flujo de aire se distribuye por toda la cavidad.

Este sistema de cocinado es ideal cuando tienes que cocinar una gran cantidad de alimentos a la vez, ya que con este sistema el calor alcanza a toda la comida por igual. Se puede cocinar a dos alturas, por ejemplo, en una bandeja patatas o verduras y en la otra carne o pescado.

Se recomienda también cuando necesitas un tipo de cocinado en el que el aspecto exterior sea dorado pero el interior sea muy jugoso (carne roja, magra, pescado, pasta o verdura.

Horno vintage de vapor

Los hornos vintage a vapor se encuentran en una categoría diferente, ya que, pese a no ser de los más vendidos por los particulares, te pueden ofrecer una forma de cocinar muy sana.

Se caracterizan por mantener las propiedades nutricionales de los alimentos al máximo (color, sabor y aroma). De este modo conseguirás un resultado de profesionales, una digestión más ligera y un aspecto de los alimentos maravilloso.

Horno vintage catalítico

Como ya sabes, un horno es un electrodoméstico que transforma energía en calor y lo mantiene en su interior para cocinar, secar o calentar alimentos.

Un horno vintage catalítico (sistema de autolimpieza catalítica) es un tipo de horno eléctrico que emplea parte del calor cuando está en funcionamiento para eliminar los restos de salsas, grasas y salpicaduras de las paredes mediante su oxidación.

Los hornos catalíticos cuentan con las paredes de la cavidad interior fabricadas con un tipo de material catalítico que atrae la grasa y demás suciedad para mantener al máximo la higiene y facilitar su limpieza.

Horno vintage para pizza

Algunas marcas de hornos vintage, como Smeg, fabrican un tipo de electrodoméstico especialmente diseñado para cocinar pizzas. Cuentan con un sistema exclusivo, que consiste en una piedra refractaria que facilita la cocción de la pizza de forma homogénea en tan solo 4 o 5 minutos.

Naturalmente también se pueden cocinar otros alimentos como verduras, pescado, focaccias, quichés, hojaldres… Este sistema hace que la comida no se seque y resulten muy gustosa y suave.

Horno vintage compacto o portátil

El horno retro portátil o compacto es ideal para aquellas personas que necesitan un área de trabajo eficaz, pero a la vez con un diseño exclusivo. Al ser de tamaño más pequeño que un horno convencional empotrable, se pueden colocar allí dónde te resulte más cómodo.

Historia del horno

Si sientes curiosidad por saber la historia del horno y como ha sido su evolución hasta nuestros tiempos (incluido el horno vintage), a continuación te vamos a explicar los aspectos más importantes.

El origen del horno

Para conocer los orígenes del horno debes saber que ya los antiguos empezaron a cocinar a fuego abierto. Los fuegos para cocinar se colocaron en el suelo y, posteriormente, se usó una construcción de mampostería simple para sostener los alimentos y/o la madera. Los antiguos griegos usaban hornos simples para hacer pan y otros productos horneados.

En la Edad Media, se construían ya hornos con ladrillo y mortero que a menudo contaban con chimeneas o salidas de humo. La comida para cocinar a menudo se colocaba en calderos de metal que colgaban sobre el fuego.

El primer registro histórico escrito de un horno en construcción se refiere a un horno construido en 1490 en Alsacia, Francia. Este horno estaba hecho completamente de ladrillo y teja, incluida la chimenea.

Hornos de leña

Los inventores comenzaron a realizar mejoras en los hornos de leña principalmente para contener el humo molesto que se estaba produciendo. Se inventaron cámaras de fuego que contenían el fuego de leña, y se construyeron agujeros en la parte superior de estas cámaras para que las ollas con fondos planos se pudieran colocar directamente al reemplazar el caldero.

Un diseño revolucionario fue el horno Castrol del año 1735 (también conocida como horno de estofado). Así lo inventó el arquitecto francés François Cuvilliés. Fue capaz de contener completamente el fuego y tenía varias aberturas cubiertas por placas de hierro con agujeros.

Hornos de hierro

En el año 1728, los hornos de hierro fundido realmente comenzaron a fabricarse en grandes cantidades. Estos primeros hornos de diseño alemán se llamaron hornos de cinco platos o de jamba.

Sobre el año 1800, el conde Rumford (también conocido como Benjamin Thompson) inventó una estufa de cocina de hierro llamada estufa Rumford que fue diseñada para cocinas de trabajo muy grandes.

El Rumford tenía una fuente de fuego que podía calentar varias ollas. El nivel de calentamiento para cada olla también podría ser regulado individualmente. Sin embargo, la estufa Rumford era demasiado grande para la cocina promedio y los inventores tuvieron que seguir mejorando sus diseños.

Un diseño de hierro fundido exitoso y compacto fue la estufa de hierro Oberlin de Stewart, patentada en 1834. Las cocinas con horno de hierro fundido continuaron evolucionando, con rejillas de hierro agregadas a los orificios de cocción, y chimeneas agregadas y tubos de humos de conexión.

Hornos de carbón y queroseno

Frans Wilhelm Lindqvist diseñó el primer horno de queroseno sin hollín. Jordan Mott inventó el primer horno de carbón en el año 1833. El horno de Mott se llamaba el «baseburner» y tenía ventilación para quemar eficientemente el carbón. Este tipo de horno de carbón era cilíndrico y estaba hecho de hierro fundido pesado con un orificio en la parte superior, que luego estaba rodeado por un anillo de hierro.

Hornos de gas

El inventor británico James Sharp patentó un horno de gas en el año 1826, el primer horno de gas semi-exitoso que apareció en el mercado. Los hornos de gas se encontraron en la mayoría de los hogares en la década de 1920 con quemadores superiores y hornos interiores. La evolución de las estufas de gas se retrasó hasta que se volvieron comunes las líneas de gas que podían suministrar gas a los hogares.

Durante la década de 1910, aparecieron estufas de gas con recubrimientos de esmalte que facilitaron la limpieza de las estufas. Un diseño de gas importante a destacar fue la cocina AGA inventada en 1922 por el ganador del premio Nobel sueco Gustaf Dalén.

Hornos eléctricos

No fue hasta finales de la década de 1920 y principios de la década de 1930 que los hornos eléctricos comenzaron a competir con los hornos de gas. Los hornos eléctricos estaban disponibles desde la década de 1890. Sin embargo, en ese momento, la tecnología y la distribución de la electricidad necesaria para alimentar estos aparatos eléctricos tempranos todavía necesitaban mejoras.

Algunos historiadores atribuyen al canadiense Thomas Ahearn la invención del primer horno eléctrico en 1882. Thomas Ahearn y su socio de negocios Warren Y. Soper eran propietarios de la Compañía de Luz y Energía Eléctrica Chaudiere de Ottawa.

Sin embargo, el horno Ahearn solo se puso en servicio en 1892, en el Hotel Windsor en Ottawa. Carpenter Electric Heating Manufacturing Company inventó un horno eléctrico en 1891. Una estufa eléctrica se exhibió en la Feria Mundial de Chicago en 1893.

El 30 de junio de 1896, William Hadaway recibió la primera patente para un horno eléctrico. En 1910, William Hadaway diseñó la primera tostadora hecha por Westinghouse, una cocina de tostadora de combinación horizontal.

Una mejora importante en los hornos eléctricos fue la invención de los serpentines de calentamiento por resistencia, un diseño familiar en hornos también visto en las placas de cocción.